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Los huracanes son conocidos por la capacidad de destrucción de sus vientos veloces. Lluvias intensas, inundaciones, casas sin techos, y árboles caídos, son apenas algunos de los daños del paso de los huracanes.

El huracán Ida, catalogado como categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, y que acaba de dejar a la ciudad de Nueva York en estado de emergencia por las masivas inundaciones, fue atravesado en el aire por un equipo de cazahuracanes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos. 

Montados en un avión cazahuracán (una aeronave del tipo WC-130J Hércules), la tripulación atravesó el gigantesco remolino de viento con el objetivo de lanzar sondas con sensores al ojo del huracán y obtener información sobre la velocidad y dirección del viento, la presión atmosférica, la humedad y su temperatura. Datos que el avión cazahuracán recibe y envía por satélite al Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, que se encarga de procesar la información para alertar a tiempo sobre la intensidad de los vientos huracanados. 

Los miembros de la tripulación de estos aviones usualmente integrada por un piloto, un copiloto, un navegante, un meteorólogo, y un personal de reconocimiento aéreo, arriesgan sus vidas para llevar información precisa de los huracanes a los centros de investigación, y salvar millones de personas que todos los años reciben las visitas de sus devastadores vientos. 

¡Una misión de valientes expertos!