"Los límites, como los miedos, son una ilusión"

Los juegos Paralímpicos finalizaron demostrando una vez más ser la prueba real de que el ser humano puede llegar hasta donde lo crea posible. 

Estos juegos que nacieron con el propósito de rehabilitar a los numerosos soldados y civiles heridos en la Segunda Guerra Mundial, y en el cual participan deportistas con distintos tipos de discapacidades, requieren de una exigencia física y una inteligencia emocional que lleva a participantes y espectadores a reevaluar los límites del ser humano. 

Sobre los Paralímpicos de Tokio hay cuantiosas fotografías que evidencian las capacidades sobrehumanas de los deportistas participantes, que dan fe de las palabras del reconocido jugador de baloncesto estadounidense Michael Jordan, "Nunca digas nunca, porque los límites, como los miedos, son una ilusión".

Nadadores como el duo de colombianos santandereanos Carlos Daniel Serrano y Nelson Crispín; Atletas como el estadounidense David Brown, o la triatleta gallega Susana Rodríguez y su guía Sara Loehr; como el joven japonés jugador de bádminton Daiki Kajiwara, o como el refugiado afgano Abbas Karimi, entre muchos otros para-atletas del mundo, son ejemplos de perseverancia, determinación, fortaleza, confianza, y de la importancia del trabajo en equipo para derribar obstáculos. 

Unos héroes de los deportes de alto rendimiento, que cada cuatro años nos exponen la verdadera victoria de los Paralímpicos: las historias de superación de cada uno de los participantes. 

¡Larga vida a los Paralímpicos!

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